Artículo de Raúl Villa Caro
La estiba, un arte
La estiba no es una ciencia exacta, y tampoco es predecible matemáticamente. Cada vez que se carga un buque entran en juego diversas variables, por lo que esta operación nunca se efectúa de la misma manera. Aunque hay algunos tipos de cargas bastante estandarizadas en los buques (transporte rodado, portacontenedores, graneles secos o petroleros), los oficiales encargados de la carga y estiba deben poseer buena preparación, gran conocimiento de las características de su buque, y mucha experiencia. La estiba consiste en distribuir y colocar la carga de modo que ocupe el menor espacio posible en el buque, y sea segura para la tripulación, el medio ambiente, y el propio barco. Además, debe estar colocada de manera equilibrada, bien trincada, y de forma idónea para su descarga. Esto implica que se debe conocer perfectamente su peso y la naturaleza del viaje, entre otras variables. La desestiba es la maniobra inversa a la estiba, y consiste en colocar la carga en el punto de descarga, es decir, consiste en “romper la estiba”. Tanto en la estiba como en la desestiba se lleva a cabo una manipulación de la mercancía y su traslado, generalmente mediante el uso de medios mecánicos
Consecuencias de la mala estiba
La mala estiba en los buques, como ya se ha indicado, puede provocar graves problemas. Entre otros se podrían destacar los siguientes: daños a la carga, accidentes (que afecten al buque, la tripulación o el medio ambiente) y, en definitiva, situaciones con impacto económico negativo. Por ello es necesario que, durante las operaciones de carga, esta quede bien estibada y trincada, para evitar que pueda moverse durante la navegación, lo que a su vez podría desembocar en daños a la mercancía. Este hecho será de mayor importancia, cuanto más frágil y costosa sea la mercancía. Además, el corrimiento de la carga podría reducir la estabilidad en el buque, y provocar accidentes. Estos abarcarán desde caídas de contenedores al mar (si es el caso), hasta la pérdida de la nave, en el peor de los casos. La carga mal estibada podría suponer un riesgo de seguridad hacia la tripulación, ya que los objetos sueltos podrían causar lesiones por impacto. Y además si se tratara de mercancías peligrosas, tales como productos químicos o materiales tóxicos, el riesgo todavía es mayor.
Importancia y principios de una buena estiba
Para evitar las consecuencias anteriores, es esencial que la estiba de la carga en buques se realice de manera satisfactoria, tanto para trincarla como para protegerla. Una estiba correcta garantiza la seguridad del buque y de la tripulación, minimizando el riesgo de accidentes y lesiones. Y al estibar la carga correctamente, se garantiza que los productos lleguen a su destino en buenas condiciones, sin daños, facilitando las operaciones de carga y descarga, y haciendo que el proceso se lleve a cabo de la manera más rápida y eficiente.
Una estiba adecuada exige que se cumplan una serie de principios básicos que garanticen que la carga se mantendrá segura y estable durante la navegación. Entre ellos destacan los siguientes:
Una adecuada distribución del peso de la carga: una carga mal distribuida podría causar que el buque escore y aparecieran problemas de estabilidad.
Colocación de la carga: de deben usar medios eficaces para su sujeción y trincaje que eviten movimientos de las mercancías.
Secuencias de carga y descarga: deben estar planificadas para garantizar la estabilidad del buque durante todo el viaje, teniendo en cuenta las cargas y descargas que se llevarán a cabo en todos los puertos.
Personal bien adiestrado: las personas involucradas en la carga y estiba deben conocer perfectamente el buque y sus equipos de carga.